Desde sus inicios, la educación se ha enfrentado a un doble reto: el de la formación integral de los alumnos como individuos dentro de la sociedad y el de dotarlos de las herramientas necesarias para el desempeño de funciones necesarias en la misma.
Es probable que muchas de las profesiones que actualmente conocemos no existan o se hayan transformado en otras completamente nuevas. En este contexto, el futuro se presenta ante nosotros con una gran incertidumbre y nos preguntamos, ¿cómo educamos en base a un futuro que no conocemos?
Según Stephen Hawking, “La inteligencia es la capacidad de adaptarse al cambio”, pero debemos entender que los niños son ese cambio, ya que la forma de relacionarse con el mundo que les rodea es por medio de la experimentación, la curiosidad, el asombro y la emoción. Es en este punto, en el que creemos necesario aprovechar el modo en el que aprenden los niños y unirlo a lo que aportan conceptos como gamificación, programación y robótica en el uso de nuevas metodologías en el aula.
La robótica se empieza a implantar poco a poco en los colegios, asociándose en sus inicios a la etapa de Secundaria como parte de una asignatura, para más tarde comprobar que, utilizada de manera transversal, podía aportar cosas más interesantes en materias de Educación Primaria e Infantil.
Habitualmente al hablar de robótica pensamos en la parte técnica referida a los robots y demás gadgets, pero dentro de las escuelas el foco está en la parte lúdica de la programación y el pensamiento computacional, ya que estos son los que están ligados al aprendizaje de los alumnos a través de estos dos aspectos principales:
- Secuenciación de instrucciones y resolución de problemas: los programas que hacen funcionar a los distintos robots educativos, o juegos en plataformas Android o iOS, se realizan mediante códigos o secuenciación de instrucciones. Un buen ejemplo para poder entender esto es pasar algo que hacemos cotidianamente a lenguaje de programación, todos sabemos cómo regar una planta, ahora veamos paso a paso y de modo secuencial todo el proceso: ir a por la regadera, sacarla del lugar donde está guardada, situar la regadera bajo el grifo, abrir el grifo del agua, etc… podríamos seguir procesando la acción hasta el más mínimo detalle, pero siempre siguiendo un orden, en una secuencia.
Esto enlaza perfectamente con la necesidad de descubrimiento y experimentación de los niños en la etapa de Educación Infantil. Ellos se encuentran constantemente ante la posibilidad de investigar, de enfrentarse a nuevos problemas y buscar distintas soluciones. ¡Pueden probar y comprobar jugando por medio de la programación sin que nada se rompa!
- Separar el término “error” de “fracaso”: uno de los grandes problemas que nos encontramos a menudo entre los estudiantes es el miedo a equivocarse. No entendemos que el error es, en muchos casos, una oportunidad necesaria para la consecución de metas o éxitos. En la programación y la robótica la comprobación de nuestro código o conjunto de secuencias es básica para saber si vamos por el buen camino o no, es la forma de contrastar si aquello que creíamos que iba a suceder según unos determinados supuestos finalmente sucede o no. Es el inicio del pensamiento científico en niños cuya edad está comprendida entre los 3 y 5 años.
En base a las ventajas que estos nuevos métodos de aprendizaje pueden aportar en la escuela, desde principios de este curso en el Colegio Base Infantil introdujimos la robótica y la programación como parte del día a día en las aulas del centro, utilizando diferentes aplicaciones para iPad, bloques LEGO, el robot Cubetto y el robot Mblock. Hemos incorporado un nuevo enfoque al modo de trabajar la orientación espacial, la psicomotricidad, las emociones, el trabajo en equipo, la asunción de roles en un grupo, las actividades de ciencia y experimentos. Se utiliza de manera transversal en las tres áreas específicas de Educación Infantil:
- Conocimiento de sí mismo y autonomía personal.
- Conocimiento del entorno.
- Lenguajes: comunicación y representación.
Una metodología activa y lúdica en la que le Colegio Base Infantil está involucrado para que nuestros alumnos y alumnas vean con naturalidad el uso de un lenguaje y un tipo de pensamiento (computacional) que marcará el modo en que se desarrolla su aprendizaje y su evolución personal.
Adicionalmente a estos aspectos positivos, otro motivo que nos llevó a dar un paso adelante en cuanto a la inclusión de la programación desde la etapa de Educación Infantil, fue el de potenciar la igualdad de género. Detectamos que por regla general el número de mujeres que continuaban con estudios ligados a programación y a carreras científicas afines iba disminuyendo en clara proporción al compararlo con el número de hombres. Igualmente al hablar con centros y empresas que se dedican a organizar actividades extraescolares nos informaron de que el porcentaje de chicas en primaria y secundaria era muy pequeño, y tirando aún más del hilo llegamos hasta una página llamada GIRLS WHO CODE en la que explicaban detalladamente cómo este bajo número de mujeres con conocimientos en programación acabaría teniendo gran repercusión en su posterior inclusión en un mercado laboral cada vez más necesitado de puestos tecnificados.
En el Colegio Base creemos que esta forma innovadora de trabajo puede ser un referente dentro del marco de la comunidad educativa y aportar una nueva visión a la sociedad actual.
