Entender al alumnado del espectro de la alta capacidad requiere de todos nosotros un cambio conceptual. Dejar de pensar en términos cuantitativos y concebir esta condición desde un prisma cualitativo. No se trata de estimular la capacidad o la velocidad, sino el potencial y el talento. Esta forma de actuación está pensada para incrementar la motivación y las emociones positivas, repercutiendo directamente en su autoestima y salud emocional en general.
Los talentos pueden repercutir en el rendimiento académico, pero no es algo que ocurra siempre ni en todas las materias. Por otra parte, sabemos que cuando este talento no se atiende y estimula, tiende a extinguirse y en ocasiones se vuelve desafección por el ámbito escolar y puede dar lugar a desmotivación, ansiedad, estados de ánimo bajos y una concepción equivocada sobre sí mismos/as.
Para abordar todo esto, investigamos, entrevistamos a alumnos, antiguos alumnos, profesores y expertos, e identificamos las necesidades reales de nuestro alumnado con perfil de AA.CC.
De ello, concluimos que debemos superar el enfoque de ampliación y enriquecimiento e implementar un enfoque de estimulación del talento, al mismo tiempo que se pone un foco especial en la atención socioemocional, respetando unas líneas rojas esenciales:
• Abordar de forma prioritaria aspectos de desarrollo cognitivo y socio-emocional.
• No ocupar horas de patio, fundamentales para sus relaciones.
• No estar adscritos a ninguna asignatura en concreto, sino en un cómputo de materias y temas diversos.
• No estar determinados por la edad cronológica, sino por los intereses y competencias.
A raíz de lo cual, hemos organizado un programa de cinco sesiones por evaluación, una tarde cada dos semanas, donde el alumnado abandonará la rigidez del aula para encontrarse con otros estudiantes de funcionamiento similar, y poner en común intereses, iniciativas y proyectos. Tenemos una estructura que facilita la recepción de profesionales expertos en sus áreas, espacios de trabajo, espacios de encuentro y de manera explícita y comprometida y sesiones específicas de desarrollo socio-emocional, así como espacios para compartir y presentar los avances de cada uno.
Es un proyecto ambicioso que se va a ir definiendo con la propia participación e imaginación de los alumnos, potenciando sus ideas, con la sinergia de talentos y con la implicación activa de toda la comunidad educativa.